La reducción en el pronóstico de crecimiento de la economía mexicana tanto de organismos internacionales como de instituciones financieras para 2019 y 2020 es negativo para el crédito de México, pues agrega presión al desempeño fiscal a corto plazo del país, señaló este martes la agencia de calificación crediticia Moody’s.
La institución agregó que la presión adicional a las cuentas fiscales nacionales podrían deteriorar el perfil crediticio de México.
“Un menor crecimiento pondrá a prueba la capacidad del Gobierno para cumplir con los objetivos presupuestarios relativamente austeros para 2019, mientras que el crecimiento impulsado por el gasto público a partir de 2020 generará mayores déficits en el sector público”, indicó.
Moody’s aseguró que si bien el crecimiento probablemente se acelerará en 2020, esto se verá impulsado por un mayor gasto social del Gobierno y la inversión pública, en lugar de una recuperación de la inversión privada.
“Creemos que esta caída en la inversión privada refleja una menor confianza de los inversionistas en la dirección de la política y las condiciones comerciales generales bajo la nueva administración que asumió el cargo en diciembre, luego de la cancelación generalmente imprevista del aeropuerto de la Ciudad de México (Texcoco) a fines del año pasado”, señaló.
La agencia destacó que es importante tener en cuenta que el superávit primario del 1 por ciento del PIB, previsto en el Paquete Económico de 2019, incorpora un crecimiento real del 2 por ciento este año.
Si bien dicho dato está en línea con la última revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento del 2 por ciento se encuentra en el límite superior de las previsiones del mercado, que ha caído al 1.8 por ciento desde el 2.2 por ciento.
“Si el crecimiento realmente cae por debajo del 2 por ciento, lo que creemos que es cada vez más probable, esto agregará presión a un presupuesto ya ajustado este año. El gasto en pensiones y las transferencias sociales revitalizarán el consumo el próximo año. Sin embargo, como es probable que un mayor gasto del Gobierno ejerza una presión adicional en sus cuentas fiscales, el perfil crediticio de México podría deteriorarse”, agregó.
El banco estadounidense Bank of America Merrill Lynch (BofA) recortó el 15 de enero el pronóstico de crecimiento para México a una tasa de 1 por ciento para este año.
La institución señaló que esta actualización se debía a una marcada desaceleración de la economía estadounidense así como a unas finanzas públicas más ajustadas del Gobierno mexicano.
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional bajó el 21 de enero su pronóstico para la economía nacional de 2.5 a 2.1 por ciento.
El Gobierno de México pronosticó un crecimiento de entre el 1.5-2.5 por ciento en el Paquete Económico 2019, entregado al Congreso de la Unión en diciembre pasado.