Instalan simulador de vuelos y cancha de futbol; las excéntricas obras, opacas y sin licitación
Una casa de dos pisos para oficinas de Angélica Rivera, un simulador de vuelos y una cancha de futbol rápido para Enrique Peña Nieto, dos edificios de tres pisos que mandaron a hacer Peña y Felipe Calderón, así como la cabaña de Vicente Fox, reflejan las excentricidades que los ex presidentes construyeron en Los Pinos.
Estos espacios, que acaban de ser abiertos al público en el Complejo Cultural Los Pinos —adicionales a los que el 1 de diciembre abrió el nuevo gobierno— fueron hechos sin licitación y sin transparencia. No existen planos, fechas, costo de las obras ni, en casi todos los casos, nombres de los arquitectos y constructores.
«Creo que son anárquicas [las construcciones], pero así era la Presidencia de México«, dice en entrevista el dentista y promotor de arte Isaac Masri, quien encabezará el Consejo Honorario de Los Pinos.
Considera que en todo el espacio sólo hay tres construcciones con valor cultural e histórico: la residencia Lázaro Cárdenas (que también modificó Peña Nieto), los restos del antiguo acueducto y el edificio del Molino del Rey.
Un ejemplo de cómo se tiraron unos inmuebles para levantar otros a gusto de cada mandatario es el de la casa de oficinas para Angélica Rivera, que se construyó donde Fox había mandado a hacer la cabaña en la que vivieron sus hijos. Este inmueble de dos pisos y nueve metros de alto fue donde La Gaviota posó con su hija Sofía Castro para la revista Marie Claire y, de acuerdo con fuentes de Los Pinos, la entonces primera dama tenía allí una empresa de eventos.