Si bien los anuncios realizados la semana pasada por el Gobierno para reducir la carga fiscal de Pemex va en la dirección correcta, aún son insuficientes para estabilizar su calidad crediticia, indicó la agencia de calificación crediticia Fitch.
En un documento firmado por el director sénior de Fitch, Lucas Aristizabal, la calificadora señaló que las medidas fiscales representarían una reducción de mil 100 millones de dólares, o el equivalente al 3.7 por ciento de las transferencias totales al gobierno en 2018, que, sumadas a los 400 millones de dólares anunciados en 2017, solo ayudarán «moderadamente» a Pemex a reducir su carga fiscal.
«Pemex necesitaría que sus impuestos se redujeran en no menos del 50 por ciento para que la compañía retenga la suficiente generación de flujo de efectivo interno para reinvertir en su negocio principal o para pagar la deuda», indicó.
La firma espera que el apoyo total del gobierno para Pemex para 2019 ascienda a aproximadamente 5 mil 500 millones de dólares, incluida esta última reducción de impuestos, así como las exenciones fiscales anunciadas anteriormente, una inyección de capital y una amortización anticipada de los bonos del gobierno otorgados para pagos de pensiones.