La refinería Dos Bocas, que hoy arranca su construcción, podría costar más del doble de lo presupuestado por el gobierno federal, advirtieron expertos.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que Pemex puede construir la planta ajustándose a un presupuesto de 8 mil millones de dólares y terminarla en tres años, los requerimientos podrían llevar el monto real a alrededor de 16 mil millones y a que la construcción tarde ocho años o más, apuntaron.
Tres factores impactarían a la inversión y el tiempo de construcción: el tipo de petróleo disponible en el país, las condiciones del terreno y de la región donde se instalará Dos Bocas, y la lejanía de las zonas donde se consumirían los refinados.
Al crudo que se procesa en una refinería se le conoce como «la dieta», y el problema es que el 63 por ciento del petróleo mexicano es pesado y tiene mucho azufre.