La presión de Donald Trump contra México en materia migratoria dio señales ayer de estar surtiendo efectos.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se comprometió a reforzar la frontera sur del país -principal vía de entrada de las caravanas de migrantes- después de dos días de negociaciones con el fin de evitar la entrada en vigor el lunes de los aranceles anunciados por Washington.
Trump reclama a su vecino del Sur que aumente ipso facto los controles y asuma más asilados.
Después de unas dos horas de reunión entre la delegación mexicana y miembros de la Casa Blanca empezaron a bullir informaciones de que las posturas empezaban a aproximarse.
La secretaria de Gobernación [ministra de Interior], Olga Sánchez Cordero, anunció ayer que México reforzará la frontera con Guatemala, aunque no explicó en qué se traducirá esta medida, mientras que fuentes anónimas citadas por The Washington Post mencionaron el despliegue de hasta 6,000 miembros de la Guardia Nacional.
Sánchez Cordero justificó la decisión tras la entrada masiva de migrantes el día anterior, aunque viene siendo la tónica de los últimos meses.