El presidente López Obrador conmemora tres años de su victoria de 2018. Lo hace con metas legislativas alcanzadas, un desgaste en su popularidad y desafíos en seguridad y combate a la corrupción.
Durante su mensaje a tres años de su triunfo en las elecciones federales de 2018, y a un año de realizarse la revocación de mandato, López Obrador resaltó que el 72.4 por ciento de los mexicanos quieren que siga gobernando, mientras que el 22.7% espera su renuncia. Arropado con la presencia de miembros de su gabinete, López Obrador comenzó su discurso destacando la reducción de contagios y muertes por covid-19, la llegada de vacunas contra ese virus y reiteró su compromiso de que para octubre todos los mayores de 18 años reciban al menos una dosis del biológico.
En materia económica, López Obrador reiteró lo que en otros mensajes e informes ha señalado: «no hemos contratado deuda pública adicional, el peso no se ha devaluado y el salario mínimo ha aumentado en 44 por ciento en términos reales», aunque reconoció un alza en el precio del gas, pero se comprometió a resolverlo.
Destaca baja en incidencia delictiva, menos en feminicidios. Desde diciembre de 2018 a la fecha, López Obrador destacó la reducción en incidencia delictiva en varios delitos, como homicidios o secuestro, aunque reconoció un aumento en feminicidios y extorsiones.
Desde diciembre de 2018 a la fecha, López Obrador destacó la reducción en incidencia delictiva en varios delitos, como homicidios o secuestro, aunque reconoció un aumento en feminicidios y extorsiones.
Tras hacer cambios en su equipo de gobierno, como sumar a Rogelio Ramírez de la O en la Secretaría de Hacienda, o destituir a Irma Eréndira Sandoval de la Función Pública, López Obrador agradeció a su gabinete por su respaldo y aseguró que tienen «profundas convicciones sociales».
López Obrador agradeció el apoyo del Gabinete de Seguridad «que todos los días se reúnen y reciben los reportes diarios de todo el país y toma medidas para conseguir la paz».
El Presidente aprovechó su mensaje para hablar de los adversarios a su proyecto de nación, integrado por empresarios, periodistas e intelectuales, según explicó, a quien les ofreció respeto y se comprometió a no censúralos, pues «no los tratamos como ellos lo hicieron cuando estábamos en la oposición».
«Este grupo reaccionario siempre será respetado y tendrá libertad para ejercer su derecho a disentir. Son adversarios, no enemigos. No los tratamos como ellos lo hicieron cuando nosotros estábamos en la oposición, no los vemos como enemigos a destruir sino como adversarios a vencer. Sencillamente, defendemos y representamos proyectos de nación distintos y contrapuestos», explicó.