Un estudiante de aviación de 24 años, falleció luego de ser asaltado en el municipio de Temixco, pero logró salvar la vida de más de 100 personas, por lo que fue despedido entre aplausos y agradecimientos por el personal médico.
El asaltante portaba una pistola con la que amenazó al estudiante, Pablo intentó defenderse, forcejeó con el delincuente, trató de quitarle el arma, pero recibió un disparo en el abdomen, de acuerdo con los datos proporcionados.
Tras el asalto Pablo sufrió de un edema cerebral severo que lo llevó a la muerte, por lo que su familia decidió donar sus órganos para pacientes de distintos hospitales en el país.
Después la mamá de Pablo comenzó a leer una carta que le escribió a su hijo para despedirlo y a su vez permitir la primera procuración multiorgánica.
“Amigos, mi hijo es grande, mi hijo sigue dando amor y quiero gritarlo. Me lo arrebataron con una bala, pero ni así destruyeron el hermoso espíritu de mi bebé”.
“Amigos, el día de hoy, el mayor de mis hijos, un ser maravilloso que me dio solamente amor y motivos de orgullo, está dando vida a más personas… dando oportunidad de que otros cumplan sus sueños y logren metas. Mi hijo ya no podrá cumplir sus sueños, pero gracias a él, otros tendrán salud”, leyó la enfermera frente al cuerpo de Juan Pablo cuyo destino era la sala de cirugías.
El IMSS Morelos informó que los órganos del joven beneficiarán a 106 personas que estaban en espera de un órgano y tejido. Para esta ocasión se logró la procuración de corazón, hígado, dos riñones y dos córneas, así como piel y tejido músculo esquelético.
El corazón fue trasladado a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital General y el hígado al Hospital de Especialidades, ambos del Centro Médico Nacional “La Raza».
Así mismo, los riñones y córneas se enviaron a la UMAE Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, mientras que el tejido músculo esquelético y la piel, serán procesado en el Banco de Tejidos del Estado de México, beneficiando a más de un centenar de personas.
Todo eso lo sabían con antelación enfermeras y médicos y por eso la emotiva despedida en el IMSS Morelos con una valla humana. Una médica pasante de servicio social concluyó el mensaje escrito por la madre del joven.
“Hoy mi hijo está renaciendo en más seres humanos. Mi hijo es tan grande que, aunque ya no esté conmigo sigue y seguirá haciendo cosas grandes. Su hermoso corazón está literalmente volviendo a latir con fuerza en alguna persona que necesitaba uno, sus pulmones, sus riñones, sus córneas, su hígado, su intestino, su piel, sus músculos; todo lo que la ciencia permite hoy volver a utilizar en otro ser humano está siendo trasplantado en infinidad de lugares en este país”.