El hecho de que casi todos los aviones tengan como base de sus liverys el color blanco se debe a unas cuestiones de seguridad, navegabilidad y rendimiento. La importancia de pintar aviones radica en que se busca evitar corrosión, sin importar qué color se utilice.
El primer motivo para pintar los aviones de blanco es la visibilidad. Tanto el en día, como en la noche, este color permite una mejor visión del avión lo que podría disminuir alguna condición de colisión y/o accidente, especialmente en los aeropuerto, donde las aeronaves ruedan por las calles de rodaje, pistas, hangares etcétera.
En segundo lugar se encuentra la temperatura del avión. Durante un vuelo, la aeronave puede experimentar un incremento de la temperatura debido a la radiación solar y la fricción con el aire. Por ende, se utiliza el color blanco, pues este absorbe menos calor y “refrigera” el fuselaje. Incluso, en algunas aeronaves, la utilización de éste color es casi que obligatoria.
El tercer argumento, que abarca muchos aspectos, es el tema económico. La constitución del color blanco es menos pesada que otros tonos, esto evidentemente impacta en el rendimiento en las aeronaves y el consumo de combustible haciendo más viable las operaciones financieramente hablando. Además, debido a la compra y venta de aeronaves, resulta mucho más económico el cambio de livery si se tiene una base blanca, en lugar de un color obscuro, por ejemplo.
El marketing también juega un papel importante a la hora de elegir un color. Al tener una capa blanca, se facilita la pintura o postura de las marcas, campañas publicitarias o cualquier tipo de ‘decoración’, en los aviones, resaltando más cualquier otro diseño.