Un hecho sin precedentes tuvo lugar el pasado 14 de agosto cuando investigadores registraron la presencia de lluvias en la Cumbre de Groenlandia, ubicada a 3.216 metros de elevación, un lugar que nunca tiene las condiciones atmosféricas para generar precipitaciones y con temperaturas bajo cero (casi) todo el tiempo.
Según los registros del Centro de Datos Nacional sobre Nieve y Hielo de EE.UU. (NSIDC, por sus siglas en inglés), ese día hubo lluvia «durante varias horas» y fue algo que nunca había ocurrido desde que hay registros.
Además, el reporte señaló que «la temperatura del aire se mantuvo por encima del punto de congelación durante aproximadamente nueve horas», lo cual crea condiciones de derretimiento de la nieve que solo se han visto anteriormente en tres años: 1995, 2012 y 2019.
«Esa no es una señal saludable para una capa de hielo», destacó Indrani Das, glaciólogo del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia. Y agregó: «El agua sobre el hielo es mala… Hace que la capa de hielo sea más propensa a derretirse en la superficie».
Es la cuarta vez en los últimos 25 años en que la temperatura supera el punto de congelación, al punto que en un momento el termómetro llegó hasta 0,48° Celsius. Durante varias horas se mantuvo por encima de los 0° C, lo cual, combinado con la lluvia, generó condiciones para el derretimiento en la superficie de la cumbre y los alrededores.
En su punto máximo, el derretimiento abarcó 872.000 kilómetros cuadrados. «Solo 2012 y 2021 tuvieron más de un evento de derretimiento de 800.000 kilómetros cuadrados de extensión», indicó el NSIDC.