La suspensión por parte de Israel del proceso de renovación de visas para trabajadores humanitarios internacionales en la Franja de Gaza y Cisjordania está generando serias complicaciones para las labores humanitarias en la región, señala una coalición de grupos humanitarios y organizaciones no gubernamentales.
Desde principios de febrero, el Ministerio de Bienestar de Israel ha interrumpido el proceso de renovación de visas, alegando la falta de recursos para investigar las posibles afiliaciones de los trabajadores humanitarios con grupos milicianos.
Trabajadores afectados
Esta medida afecta a por lo menos 99 trabajadores cuyas visas expirarán en los próximos seis meses, según Faris Arouri, director de la coalición.
La justificación israelí surge en un contexto en el que el país intensificó sus críticas hacia la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), acusando a 450 de sus empleados de ser miembros de grupos milicianos en la Franja de Gaza.
A pesar de la acusación, Israel no proporcionó pruebas que respalden sus afirmaciones.
Esta suspensión de visas llega en un momento crítico, ya que Israel y Hamás han estado involucrados en más de cinco meses de conflicto en Gaza. La coalición, conocida como Asociación de Agencias Internacionales de Desarrollo (AIDA), argumenta que sus miembros desempeñan un papel fundamental y que son esenciales en medio de las crecientes necesidades humanitarias en la región.
Con la población sufriendo escasez de alimentos en el norte de la Franja de Gaza y más de un millón de personas desplazadas hacia el sur del territorio, la suspensión de visas complica aún más la situación humanitaria.
La falta de acceso a recursos y personal capacitado podría agravar las condiciones de vida ya precarias en la región, exponiendo a la población vulnerable a mayores riesgos.
Por otra parte, circula en redes sociales, imágenes de como eran algunas locaciones de Gaza antes de la invasión israelí y después de comenzada la guerra.
Alarmando a los usuarios que observan la comparación, pues Gaza parecía ser un sector de Palestina próspero, lo cual cambió con los bombardeos comandados por Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel.