El presidente Joe Biden y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, hablaron el lunes, su primera interacción en más de un mes, ya que la división ha crecido entre aliados por la crisis alimentaria en Gaza y la conducta de la guerra, según la Casa Blanca.
La llamada se produce después de que los republicanos en Washington y los funcionarios israelíes expresaron rápidamente su indignación después de que el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, criticara enérgicamente el manejo de Netanyahu de la guerra en Gaza y pidiera a Israel que celebrara nuevas elecciones.
Acusaron al líder demócrata de romper la regla no escrita contra interferir en la política electoral de un aliado cercano.
Biden no ha respaldado la llamada de Schumer a elecciones pero dijo que pensaba que había dado un “buen discurso” que reflejaba las preocupaciones de muchos estadounidenses.
La Casa Blanca ha sido escéptica sobre el plan de Netanyahu de llevar a cabo una operación en la ciudad sureña de Rafah, a la que han huido más de un millón de palestinos desplazados, mientras Israel busca eliminar a Hamás tras el mortal ataque de Hamas el 7 de octubre.
Funcionarios de la administración Biden han advertido que no apoyarían tal operación sin que los israelíes presenten un plan creíble para garantizar la seguridad de los civiles palestinos inocentes.
Israel aún no ha presentado tal plan, según funcionarios de la Casa Blanca.
La llamada Biden-Netanyahu también se produce cuando la agencia de alimentos de las Naciones Unidas emitió el lunes advertencias más severas sobre la crisis humanitaria en Gaza.
El Programa Mundial de Alimentos advirtió que “la hambruna es inminente” en el norte de Gaza, donde el 70% de la población restante está experimentando una hambruna catastrófica, y que una escalada adicional de la guerra podría llevar a la mitad de la población de Gaza al borde de la inanición.
Netanyahu arremetió contra las críticas estadounidenses el domingo, describiendo las llamadas a unas nuevas elecciones como “totalmente inapropiadas”.
Netanyahu dijo a Fox News Channel que Israel nunca habría pedido unas nuevas elecciones en Estados Unidos después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y denunció los comentarios de Schumer como inapropiados.
“No somos una república bananera”, dijo. “El pueblo de Israel elegirá cuándo tendrán elecciones y a quién elegirán, y no es algo que se nos imponga”.
Estados Unidos en desacuerdo de las medidas tomadas por Netanyahu
Biden, después de su discurso del Estado de la Unión a principios de este mes, fue captado en un micrófono caliente diciéndole a un aliado demócrata que le había dicho a Netanyahu que tendrían una reunión “ven a Jesús” sobre la creciente crisis humanitaria en Gaza.
Su frustración con la prosecución de la guerra de Netanyahu también se mostró en una entrevista reciente con MSNBC, en la que afirmó que Netanyahu estaba “perjudicando a Israel”.
Tiene derecho a defender a Israel, tiene derecho a seguir persiguiendo a Hamás”, dijo Biden sobre Netanyahu en la entrevista de MSNBC. “Pero debe, debe, debe prestar más atención a las vidas inocentes que se pierden como consecuencia de las acciones tomadas. Está perjudicando… en mi opinión, está perjudicando a Israel más que ayudar a Israel”.
El presidente anunció durante su discurso del Estado de la Unión que el ejército de Estados Unidos ayudaría a establecer un muelle temporal destinado a aumentar la cantidad de ayuda que llega al territorio.
El ejército de Estados Unidos también ha estado lanzando ayuda por aire en Gaza.
La administración Biden recurrió a los métodos poco comunes después de meses de pedir a Israel, uno de los principales receptores de ayuda militar, que aumentara el acceso y la protección para los camiones que transportan bienes humanitarios para Gaza.