Este martes, cientos de miles de argentinos se congregaron en la ciudad de Buenos Aires para expresar su rechazo a un recorte significativo en el presupuesto universitario, una muestra de descontento que podría poner en jaque a el presidente ultraliberal Javier Milei y su política de ajuste fiscal.
La convocatoria, liderada por dirigentes, docentes y estudiantes universitarios, respaldada por sindicatos y partidos opositores, pretende restaurar un presupuesto “prácticamente congelado” que ha sufrido reducciones desde el inicio del mandato de Milei en diciembre.
En el marco del evento, Piera Fernández, titular de la Federación Universitaria Argentina (FUA), resaltó la importancia de la inversión en la educación diciendo: “un país que no invierte en ciencia renuncia a su soberanía”, instando a la sociedad argentina a defender la educación como herramienta de libertad y progreso.
«Todos los problemas que tenemos se solucionan con más educación y más universidad pública”
La Universidad de Buenos Aires (UBA), reconocida internacionalmente y con una amplia oferta académica y que cuenta con más de 300.000 alumnos, denunció los efectos negativos del recorte presupuestario –a pesar de que el país registró una inflación del 287,9% en el último año–, afectando el desarrollo de sus actividades académicas, de investigación y en la atención sanitaria que brinda.
Postura del presidente Milei
Durante su campaña, Milei prometió aplicarle “motosierra” al gasto público para alcanzar el equilibrio fiscal en medio de una severa crisis económica.
Recientemente, el presidente ha argumentado que las universidades públicas promueven un “adoctrinamiento socialista”, justificando así la reducción en el presupuesto destinado a estas instituciones.
«Vamos a tener que dejar de funcionar (…) Actualmente estamos aproximadamente un 60, 70% por debajo del presupuesto que nos venían dando”, dijo Ricardo Gelpi, rector de la UBA, a la emisora local Radio Rivadavia.
En un intento por limitar el alcance de la protesta, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el Gobierno no tiene intención de parar las actividades ni de implementar aranceles en la educación universitaria. “La educación es uno de los pilares fundamentales de nuestra ideología, lejos estamos de cerrar las universidades”, destacó en una conferencia de prensa por la mañana.
La universidad, respaldada por la población argentina, tomó las calles del centro la capital, además de otras ciudades como Córdoba, Rosario, Paraná y Mendoza, que se llenaron de manifestantes portando banderas argentinas y consignas en defensa de la educación.
La protesta, respaldada por la Confederación General del Trabajo (CGT) –el sindicato más importante del país–, culminó en la histórica Plaza de Mayo frente a la Casa de Gobierno, marcando así un hito en la lucha por la defensa de la educación pública en Argentina.