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Multimedallista mexicano se inspira con sus hijos en la meta y logra tetracampeonato paralímpico

Las aguas tienen un nuevo rey, luego de que el “aquaman” mexicano Arnulfo Castorena se convirtiera en tetracampeón paralímpico.

Más allá de las adversidades que muchos pueden llegar a pensar, Arnulfo compartió para la Conade que alejarse de su familia le resulta difícil cada que compite, pero lo ve como un “sacrificio que vale la pena”.

Es un sacrificio muy grande, pero todo tiene su recompensa en dejar la familia uno como padre se preocupa dejar a mis hijos, pero todo esto es un sacrificio y todo esto lo hago por ellos y ahí está la recompensa”.

Y es que Castorena ya ha ganado 4 veces la medalla de oro en las ediciones Sidney 2000, Atenas 2004, Tokio 2020 y París 2024 dentro de la categoría 50 metros Pecho SB2.

Además suma un total de 10 preseas en otras categorías como 150 metros estilos SM3, y 50 metros estilo mariposa.

Su brazo no le respondía pero sus hijos lo esperaban en la meta
Sin embargo, a sus 46 años, el nacido en Guadalajara, Jalisco cuenta que el físico empieza a tomarle factura, pues sufría de un dolor en el brazo que le hacía que no respondiera como quisiera.

«Hemos tratado de trabajar muy fuerte para lograr todo esto, aunque a veces ya mi brazo no me responde como debería, como en esta ocasión no me respondió, se me fue toda la fuerza, pero lo importante es que estuvimos concentrados y eso no fue el motivo para perder esa medalla, sabíamos que teníamos que ir por esa medalla a pesar del dolor y el esfuerzo, pero se logró”.

Esto le ha costado poder mantener sus tiempos y aunque todo parecía complicarse, pudo sacar fuerzas y refrendar su medalla dorada conseguida en Tokio 2020.

Cada vez es más difícil, en la mañana hicimos un buen tiempo, mucho mejor que en Tokio, ahora se subió, aquí lo importante es que mantuvimos el primer lugar que eso era lo más importante y orgulloso de estar nuevamente en el podio”.

Lo que más le motiva, a pesar de la distancia, es pensar en que sus hijos están del otro lado de la meta y que llega antes que nadie a ese lugar.

«Ese coraje, se puede llegar a la meta y eso me ayuda y me motiva muchísimo en pensar en mis hijos, en ver que ellos están en la meta al final y eso me motiva muchísimo”.