En una decisión histórica, las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado de la República aprobaron de manera unánime un dictamen que busca blindar el salario mínimo frente a los efectos negativos de la inflación.
Esta reforma, que tiene un fuerte componente de justicia social, garantiza que los aumentos al salario mínimo no se quedan por debajo de la tasa de crecimiento sostenido anual, lo que en la práctica significa que el poder adquisitivo de los trabajadores estará protegido de forma más. eficaz.
Una reforma con impacto directo en la vida de los trabajadores
El dictamen aprobado beneficiará a trabajadores esenciales, entre ellos policías, médicos, maestros y enfermeros, quienes podrán recibir incrementos salariales que no se vean erosionados por la inflación.
Sin embargo, aún persisten algunos interrogantes, especialmente en relación con los policías municipales. En este punto, el senador panista Ricardo Anaya expresó su preocupación por la “enorme confusión” sobre si esta medida alcanzará o no a los cuerpos policiales a nivel municipal. Este es un tema que sigue siendo debatido y se espera que se aclarifique en futuros ajustes legislativos o reglamentarios.
El respaldo de la oposición y el fin de una era neoliberal
El respaldo unánime del Senado incluye a la oposición, lo cual marca un consenso notable en la política mexicana.
Gonzalo Yáñez, senador del Partido del Trabajo (PT), celebró que la reforma representa un giro completo con respecto a las políticas de los gobiernos neoliberales, a las que calificó como un “Robin Hood al revés”. Yáñez destacó que bajo estos modelos anteriores, las políticas económicas favorecían a las clases más privilegiadas a la costa de los sectores más vulnerables de la sociedad, una tendencia que ahora se revierte con esta medida que prioriza a los trabajadores.
Los senadores de Morena también enfatizaron la importancia de este cambio estructural. Saúl Monreal, legislador de ese partido, subrayó que este aumento al salario mínimo no ha desatado la temida inflación que muchos habían pronosticado.
Por el contrario, afirmó que el país ha logrado mantener una estabilidad económica mientras se ha elevado significativamente el poder adquisitivo de la clase trabajadora.
Un triunfo para la justicia social
Óscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, calificó la aprobación de esta reforma como un “triunfo para la justicia social”.
Señaló que el blindaje del salario mínimo frente a la inflación era una demanda histórica de la clase trabajadora en México, y que su concreción en la Constitución marca un avance sin precedentes en materia de derechos laborales.
Luis Donaldo Colosio, senador por Movimiento Ciudadano, también mostró su entusiasmo por la aprobación de la reforma.
Señaló que proteger constitucionalmente el salario mínimo es una garantía para que los trabajadores nunca más vean su esfuerzo laboral diluido por factores económicos fuera de su control.
Colosio dijo que este tipo de medidas no solo fortalecen el bienestar de los trabajadores, sino que también envían un mensaje claro al resto del mundo: en México, la justicia social y la prosperidad económica pueden ir de la mano.
Los logros de la administración de López Obrador
Durante el debate, la senadora de Morena, Malú Micher, recordó que durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el salario mínimo creció en un 110%, lo que contrarresta los pronósticos negativos que indicaban que un incremento de esa magnitud podría causar una crisis inflacionaria.
Por el contrario, Micher destacó que la economía mexicana ha sabido sortear las dificultades globales, y que los trabajadores mexicanos han visto mejoras sustanciales en su calidad de vida.
La administración de López Obrador ha sido clave para impulsar esta serie de reformas enfocadas en el bienestar de los trabajadores.
El Plan C, del que esta reforma es parte, ha tenido como eje principal proteger el poder adquisitivo de la clase trabajadora.
Desde febrero de 2024, cuando López Obrador dejó la presidencia, este plan ha continuado su avance en el Senado, con el objetivo de consolidar un marco de políticas que ponga al trabajador en el centro de las decisiones económicas del país.
Preocupaciones y desafíos
A pesar de la celebración generalizada, algunos senadores plantearon que aún quedan retos por delante. Marko Cortés, líder de Acción Nacional (PAN), manifestó su apoyo a la reforma, pero advirtió que es crucial asegurar que la gente realmente vea un impacto tangible en su economía doméstica.
“Es necesario hacer esta reforma funcional”, afirmó Cortés, “para que al final de cuentas, la gente pueda tener más dinero en su bolsillo y que les alcance para mejorar su calidad de vida”.
El desafío ahora es asegurar que esta reforma no solo sea efectiva en papel, sino que se traduzca en una mejora real y sostenida para los trabajadores.
El Senado tiene la tarea de monitorear la implementación de estas medidas y asegurar que los salarios mínimos no solo se mantengan estables, sino que reflejen el crecimiento económico y permitan a los trabajadores vivir dignamente.