Las restricciones por la variante ómicron de coronavirus siguen provocando cancelaciones y reprogramaciones de vuelos, sobre todo en China y Estados Unidos, con lo que resultan afectados los planes de muchos viajeros y, en consecuencia, las previsiones turísticas de final de año.
Según la página web de vuelos “FlightAware”, donde se registra la actividad aeroportuaria global, el número de cancelaciones a las 14.00 GMT ascendía este lunes a 2.291, 792 de ellas de vuelos con destino o procedencia en Estados Unidos.
El número de retrasos a la misma hora era de 5.479, más de 1.200 de ellos con origen y destino en Estados Unidos, aunque los vuelos y los aeropuertos en otros países, como en China, también están resultando afectados.
En ese país las líneas más afectadas son China Eastern y Air China. Y entre los aeropuertos con más cancelaciones Pekín, Shenzhen y Shanghái. También está el de la ciudad de Xian, epicentro del último rebrote del coronavirus en China.
La aparición de la nueva variante ómicron del coronavirus se ha traducido en un incremento de las medidas de contención y protocolos de seguridad, incluyendo en algunos casos cierres de frontera o endurecimiento de requisitos de entrada, lo que ha repercutido con fuerza en el transporte aéreo.
En el caso de China, ni las autoridades de transportes del país ni los medios oficiales han difundido por ahora información alguna sobre cambios en los protocolos o cancelación de vuelos a excepción de las operaciones en el aeropuerto de la central Xian, cuyos 13 millones de habitantes llevan estrictamente confinados desde el jueves por un rebrote.
Por su parte, la aerolínea surcoreana Korean Air informó este lunes de que el aeropuerto de Hong Kong había prohibido el aterrizaje de sus aparatos hasta el próximo 8 de enero, al haber detectado casos positivos entre los viajeros.