El Teatro de la Ciudad de Casa de la Cultura se vistió de manteles largos con la presentación de la obra “La verdadera historia de los tres cochinitos», un texto e interpretación de Lorenzo Portillo y la dirección de David Aarón Estrada, de la compañía teatral Merequetengue.
Niñas y niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad fueron testigos de esa historia icónica de la literatura universal: la obra, basada en el cuento «Los tres cochinitos» de Joseph Jacobs, lleva impreso la esencia veracruzana. Los títeres de mesa, preciosos, son el vehículo para contar una historia divertida, cálida y humana acerca del fenómeno de la migración.
Como dice Bartolo, el titiritero: Uno no es del lugar donde nace sino del cielo donde vuela. Ese mensaje, de gran calado emocional, apunta a un tema tan actual como humano: la necesidad de miles de familias de dejar su hogar en busca de un mejor futuro.
Bartolo, el titiritero, empieza su narración de una historia que le contaron del sur de Veracruz, cerca de la cuenca del Papaloapan: La mamá cochinita tuvo que irse al «otro lado»- esa tierra extraña y ambigua, indefinida para la inocencia infantil- para poder proveer a sus pequeños de un mejor futuro. Mientras, sus hijos cerditos, se quedan en el pueblo, juntos, sin saber que un lobo los acecha.
Con el tradicional son jarocho y los sonidos de la jarana veracruzana, la vitalidad de Lorenzo Portillo va involucrando al público: es una obra-fiesta, llena de música -el siempre bellísimo son jarocho y la jarana dominan el relato- para que los títeres puedan contar su historia.
El autor y actor de la obra, Lorenzo Portillo señaló que con esta obra se aborda el tema de la migración y es una forma de visibilizar y honrar a las madres y padres que se ven obligados a migrar al otro lado en busca de un mejor futuro para los suyos. El lobo, siempre como una amenaza latente, representa los peligros que los pequeños sufren en este fenómeno sistémico.