Existe un doble peligro el realizar la broma del “cráneo roto”, ya que además de las consecuencias físicas que se pueden presentar, se podría interrumpir de forma permanente el desarrollo cerebral que afecta la personalidad de los jóvenes, enfatizó Eleazar Valle Armenta, neurólogo del Hospital General del Estado (HGE).
La broma consiste en que tres jóvenes se encuentran en hilera y los dos que se están en la orilla saltan al mismo tiempo, mientras que el tercero, que se ubica en el medio, brinca segundos después, por lo que aprovechan para ponerle el pie para que caiga hacia atrás y se golpee fuertemente la cabeza.
El neurólogo del HGE explicó que este golpe causa de inmediato lo que se le conoce como una lesión primaria, que va desde una fractura del hueso del cráneo, hasta una ruptura de una arteria que lleve a desarrollar hemorragia cerebral.
“El daño secundario se le llama a lo que viene horas o días después que es la inflamación cerebral y un daño de las millones de fibras que se encuentran en el cerebro, las cuales sufren de forma súbita un estiramiento, muchas veces irreversible, por lo que las personas pierden la consciencia, al menos por un momento, y algunas por horas o días”, señaló.
Debido a que esto sucede como una moda en un grupo de personas que apenas está en proceso de desarrollo, añadió, se puede interrumpir, incluso de forma permanente, el desarrollo cerebral de áreas que todavía no están maduras, especialmente del lóbulo frontal, donde se desarrolla la personalidad.
Las afectaciones inmediatas, a mediano y largo plazo son muy serias debido a un traumatismo de cráneo aparentemente leve, apuntó, pues trae como consecuencias a adultos con serios problemas, sobre todo conductuales y cognitivos, lo que conlleva a dañar cuestiones familiares, económicas y sociales.
“Debemos evitar todo tipo de lesión craneal, la naturaleza ha formado una protección al cerebro precisamente por lo delicado y frágil que es, sin embargo, tiene un límite, no puede amortiguar todo tipo de golpes, tiene un límite para amortiguar impactos y es fácilmente rebasado en un traumatismo de una caída de la propia altura de la persona”, indicó.
Por último, el especialista comentó que se debe de prevenir este tipo de conductas en todos los niveles, en la familia y escuelas, además de un trabajo en equipo con psicología para una que los jóvenes reciban una orientación sobre la seriedad de este tipo de actos.